El recurso de protección constituye una excelente herramienta para dejar sin efecto acciones u omisiones de empresas o entidades poderosas, que conculquen los derechos fundamentales de una persona.
El recurso de protección es un instrumento de defensa de derechos constitucionales que puede aplicarse en las áreas más diversas — relaciones comerciales, bancarias, societarias, deportivas, laborales, de consumo, medio ambiente, etc. — y que generalmente produce resultados exitosos para la parte débil de la relación.
En consecuencia, puede presentarse un recurso de protección frente a abusos de bancos, compañías de seguros, AFP, asociaciones de todo tipo, partidos políticos, iglesias, clubes deportivos, colegios, universidades y cualquier entidad, pública o privada, que ejerza atribuciones abusivamente.